Categoría: Tío Conejo y otros animales
Fecha: martes 01 de enero del 1963
Un día estaba el Conejo en la cueva, cuando llegó la Zorra a pistialo. Ella como que se dio cuenta de que él no había salido.
fue a dentrar y no pudo. vio que no cabía. entonces se jué y llamó l’ardita, que dentrara ella. y así fue. dentró. y le dice el conejo: –¿y usté a que viene? –¿yo? a cogelo. traigo encargo de la zorra. –¿cogeme? ¡ja! ponga cuidao y verá que me le voy a volar. ojo, pues. apenas la ardita abrió bien los ojos, el conejo le tiró un puñao de tierra y le dijo: –¡tomá, por ojona! y salió corriendo. más adelantico lo estaba esperando la zorra y lo corrió bien. entonces él paró ligerito y le dijo: –pero, ¡tía zorra, por dios! ¿usté de dieta y levantada por ai? ¿no le da pensión? se va a morir con ese aguacerote tan grande que va a caer. –¿...aguacerote? –dicen todos que con ese aguacero no se van a salvar sino los que estén amarraos a los palos.... –¿amarraos a los palos....? –¡a los palos! –¿y a mí, quién me va a amarrar? –apure, pues, ligerito, yo la amarro. se subió la zorra a un palo alto, coposo y el conejo la amarró. allá murió la zorra, amarrada.
Fuente: Cuentos del tío conejo - Folclor[6]
Autor: AGUSTÍN JARAMILLO LONDOÑO
Biografia: Ampliar clic
Editado Por: Ing. Cristian G. Toro S.
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